La historia de la Jota en Gallur se remonta a tiempos lejanos. Los mayores recuerdan como grupos de amigos se juntaban para tocar y cantar y formaban diferentes rondallas de las que salieron grandes cantadores, bailadores y músicos, que siempre han representado al pueblo de Gallur por todos los rincones hasta la actualidad.

A finales del siglo XIX, ya se obtuvo el primer premio de ejecución Certamén Oficial de Jota Aragonesa otorgado a Francisco Navarro Zaldivar “El Tío Francho”de Gallur, como tañedor de bandurria, por la reina Isabel II. Comentaristas afirmaron que nadie había tocado la jota como el “tío Francho”. El bandurrista de Gallur tocó la jota aragonesa en el barco en que Doña María Cristina con su hija Doña Isabel subió por el Canal Imperial de Aragón. También se le consideró como «el patriarca de la bandurria», fue el director de la primera rondalla existente en la localidad.

Según cuentan las memorias más prodigiosas del lugar, sobre el año 1918 ó 1920 el rey Alfonso XIII obsequió a Eduardo Murillo con una Guitarra que poseía clavijero mecánico. Tan distinguido obsequio fue otorgado por cantarle éste una Jota durante su visita a Zaragoza. Al parecer estas guitarras se construían en Italia, y no llegaron a España hasta el año 1925. En esta década de los años 20, Eduardo Murillo y Luis Navascués Vicente unieron sus sones y, junto a otros cantadores, hacían las delicias de los habitantes que disfrutaban de unas espectaculares rondas nocturnas.